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¿Por qué emprender?

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Mientras escribo este artículo sobre por qué emprender, pienso que me sentiría igual de cómodo escribiendo uno sobre por qué no emprender en un contexto en que emprender parece la solución al problema del desempleo. Actualmente emprender es cool y lo venden como el camino más corto para ser el próximo Mark Zuckerberg o Travis Kalanick. Y la realidad es mucho más dura para la inmensa mayoría de emprendedores. Infinitamente más dura en un entorno donde crear una empresa nunca había sido tan fácil, mientras que crear un negocio viable y sostenible es muchísimo más complicado. Dicho lo anterior, emprender tiene sus pros y sus contras. Dejo los contras para otro artículo y en este me centraré en los cinco motivos principales por los SÍ debes de emprender:

  1. El arrepentimiento de no haberlo intentado. El mirar atrás y no haber dado una oportunidad a tu idea. Evitar el síndrome de “Y si…” que a todos nos llega con la madurez. La sensación de haber dejado pasar trenes que podían cambiarte la vida, es una carga que para muchos se hace demasiada pesada. Por lo que si tienes una idea razonablemente viable y calibras bien los riesgos del peor escenario posible, lo has de intentar.
  2. Es el mejor master que puedes hacer. No hay proceso más formativo que el “learning by doing”. Ni las más prestigiosas escuelas de negocio te enseñarán tanto como emprender tu propia idea. Tanto si tienes éxito como si fracasas, el aprendizaje lo compensa casi todo. Y te puede salir mucho más barato que cualquier programa en cualquier escuela. Se aprende mucho, de muchas cosas y en un tiempo récord.
  3. Hay muchas oportunidades. Vivimos tiempos de cambio acelerado, donde la globalización, la tecnología y el cambio generacional están creando la tormenta perfecta que permiten cambios exponenciales. Y como dicen el refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Y actualmente el río baja muy revuelto zarandeando las barcazas que se sentían consolidadas en negocios anteriormente estables. Y muchas de estas barcazas se están hundiendo. Son momentos históricos. Aprovéchalos.
  4. Nunca es tarde. Los mejores emprendedores que he mentorizado son cuarentones. Suplen la energía infinita de los veinteañeros con la experiencia, madurez y control emocional que requiere el proceso. Un emprendimiento es un proyecto vital y no entiende de edades sino de capacidades. Por lo que olvídate de los clichés de emprendedores imberbes y con acné. Si tienes una buena idea, llévala a cabo. Sin más.
  5. Tienes más control y tener un mayor impacto en tu sobre tu carrera profesional. Los entornos corporativos de grandes organizaciones pueden llegar a ser muy duros. La política interna consume mucha energía. La coordinación es agotadora. Hay capas y capas de jerarquía, procesos y requerimientos. Hacer es mucho más complejo. Una startup es mucho más ágil directa, sin vicios adquiridos y con un equipo más motivado y apasionado. Puedes llevar a cabo tus ideas más libremente. Puedes ser más tu.

Emprender es una montaña rusa emocional. Te encontrarás con problemas económicos, empleados desleales, contratos que no se respetan, problemas legales, socios, inversores, etc. Es todo menos fácil. Por lo que si vas a empezar la aventura de crear tu propia empresa ten presente que es extenuante, agotador pero muy gratificante. Si tienes una buena idea, que no tengas que arrepentirte por no haberla llevado a cabo.