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La Escuela de Negocio será el futuro de la educación

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Los másters, diplomados, programas ejecutivos y cursos específicos de negocios empiezan a desplazar a algunas carreras universitarias.  

Los más jóvenes quieren emprender en algún momento y ser autónomos. No se ven trabajando en una corporación porque saben, por la experiencia vivida por sus padres, que ya nadie ingresa en una empresa para toda la vida. Su vínculo con el trabajo es diferente al que teníamos todas las generaciones anteriores. Tienen además otros intereses, a los que no están dispuestos a renunciar, ni por dinero ni por carrera, como viajar sin tener que depender de la licencia por vacaciones.  

Muchos jóvenes, por mandato familiar, inician una carrera de grado que suelen abandonar al primero o segundo año cuando experimentan que las mallas curriculares están desactualizadas y los docentes poco aportan de nuevo, porque nunca han pisado una empresa.  

Así comienza la búsqueda de alternativas más breves, pero lo suficientemente sólidas para que sus padres no se opongan. Buscan Escuelas de Negocio Internacionales y prestigiosas con modalidad online, para poder viajar mientras estudian. Revisan el pensum de la rama que les interesa para asegurarse de que la Escuela ofrece carreras vanguardistas e innovadoras y chequean que sus docentes, sean profesionales en actividad y puedan hacerles transferencia de Know How. Quieren dejar los empleos temporales que tienen para lanzar sus emprendimientos lo antes posible.  

Son personas curiosas, que mientras cursan un máster, van haciendo cursos cortos muy específicos – siempre online – para ir adquiriendo conocimientos técnicos sobre el manejo de las nuevas tecnologías y herramientas o para desarrollar una competencia que no tienen, por ejemplo, negociación.  

Tienen claro que deben ocuparse de construir su futuro y rápido, para poder disfrutar de sus pasiones (la música, los deportes, los viajes) ahora que son jóvenes. Son como los hippies de los 60, pero viven de su propio emprendimiento sin depender de nadie.  

La llegada del COVID puso en evidencia el grado de obsolescencia del sistema educativo de nivel superior, incluidas algunas universidades de mucho prestigio

Ya que no fueron capaces de implementar de forma ágil, el pasaje de lo presencial al online y actualizar sus contenidos al nuevo contexto. Igual que en muchas empresas con estilos de conducción tradicional, los estudiantes, ya adultos jóvenes, se vieron sometidos a normas disciplinarias que apuntaban solamente a mantener el control de la asistencia, para no perder matrícula. Si las carreras empresariales venían perdiendo su atractivo  pre-pandemia, con el confinamiento terminaron por dar la razón a los jóvenes cuando sostienen ante de sus padres que hoy las empresas buscan “más habilidades y conocimientos técnicos de vanguardia” que “credenciales”.   

Hoy los interesados en Administración de Empresas, Marketing, Comunicación, Recursos Humanos y otras carreras vinculadas al mundo empresarial y de los negocios, miran la malla curricular de la carrera y dicen: “cuando esté en 3er año, lo que estudié en 1ro y 2do ya no me sirve”. Ven a diario que surgen nuevas funciones donde se requieren conocimientos técnicos y skills que no figuran en la malla curricular y descubren que los pueden adquirir en un Programa Ejecutivo, Diplomado o máster en sólo un año.  

Lo mismo sucede con los profesionales de la Generación X que llevan años ocupando cargos ejecutivos o son empresarios y que, debido al rumbo que tomó el mundo de los negocios en la última década, se han visto obligados a actualizar conocimientos y desarrollar nuevas competencias para poder liderar a los nativos digitales, iniciar procesos de transformación digital en sus organizaciones o participar en los proyectos de innovación.  

Este perfil de profesional hace 15 años hubiera vuelto a las aulas de una Universidad presencial, para hacer una segunda carrera, un MBA o algún Máster de especialización en Marketing Estratégico o Gestión de Personas, por ejemplo, invirtiendo como mínimo 2 o 3 años de su vida.  

Hoy están en la cumbre de su carrera profesional y tienen además responsabilidades familiares. No disponen de tiempo, ni energía, y lo que necesitan es hacer un UpSkilling ReSkilling para que la generación que les viene pisando los talones, no los deje fuera del tablero de juego.  

Por comodidad unos y porque no terminaron la carrera de grado otros, buscan Escuelas de Negocio online internacionales para unir la actualización de conocimientos con la posibilidad de formar parte de una Comunidad Internacional de Profesionales, al tener que habitar un mundo, totalmente globalizado.  

Existe además un universo de mujeres de todos los segmentos etarios en actividad, que, por diferentes motivos, elijen una maestría de negocios online en una Escuela Internacional prestigiosa, que ofrezca excelencia académica y flexibilidad para compaginar su vida familiar o social, su trabajo y sus hobbies, con el estudio.  

Del lado de la demanda, a las organizaciones les urge, producto de los profundos cambios que estamos atravesando, incorporar talento: de cualquier edad, de cualquier género, sin restricciones geográficas y se privilegian todas las competencias blandas como la  empatía, el trabajo en equipo y colaborativo, entrenamiento para realizar trabajo remoto, habilidades de comunicación, pasión y compromiso con lo que hacen y actitud proactiva para auto-actualizarse, frente a la enorme valoración que se daba pre-covid a los títulos del postulante.  

La situación de “emergencia” no es sólo sanitaria, también es económica

Es por ello que a las empresas tanto les da un Licenciado que un idóneo, siempre que muestre y demuestre que cuenta con los conocimientos necesarios para cubrir el cargo, tenga las competencias para encajar en la cultura de la organización y la actitud necesaria para involucrarse rápidamente en cualquier proyecto al que sea asignado.  

Así las cosas, las Escuelas de Negocio que tienen una oferta innovadora, actualizada a estos tiempos y cuentan con docentes que enseñan aquello en lo que se desempeñan profesionalmente en su día a día (son ejecutivos y/o consultores), han visto crecer la demanda de sus posgrados y programas ejecutivos con fuerte enfoque teórico-práctico, dado que permiten al estudiante estar a la altura de la “demanda laboral” en 1 año si es un posgrado, y en un par de meses cuando se trata de Programas Ejecutivos de actualización focalizados.  

Las universidades seguirán siendo la primera opción para las carreras clásicas (Abogacía, Arquitectura, Medicina, Odontología, Ingeniería), pero cuando la persona se incline por el mundo de los negocios, la carrera corporativa o el emprendimiento, las Escuelas de Negocio serán la elección